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Trato preferente

Mi abuelo, Arturo Sanmartín Suñer, fue asesinado el 9 de septiembre de 1936, tras haber sido paseado y humillado por las calles de Palencia. Y una vez asesinado, abandonado su cuerpo en los campos palentinos.

Tal fue el enconamiento de los fascistas con los hombres y mujeres defensores de la República que llegaron a extremos como el de mi abuelo.

No sólo lo asesinaron y hicieron desaparecer su cuerpo, sino que ya muerto le suspendieron de empleo y sueldo. En 1941 le condenaron a pagar una multa de 50.000 ptas., eso sí previniéndole de que podía interponer recurso de revisión contra la sanción. Y en un acto de “magnanimidad” D. Benito Arangüena Ugalde, Juez municipal de Palencia en febrero de 1944, sobresee el expediente quedando exento de responsabilidad y recobrando la libre disposición de sus bienes.

En el Tinta Libre de septiembre de 2017 le preguntaba Karmentxu Marín al profesor Julián Casanova ¿Por qué cree que el PP es tan poco amigo de la memoria histórica? Y el profesor Casanova responde “porque cada vez que aparece la sombra alargada del franquismo y de la Guerra Civil sus lealtades primordiales van más con sus familias”.

La familia Arangüena-Fernández tiene un precioso mausoleo en una “parcela preferente”[1]del cementerio de Nuestra Señora de los Ángeles en Palencia, en donde han podido ser enterrados con dignidad todos sus familiares.

Nuestra familia ha mantenido su dignidad, a pesar de la ignominia que se hizo caer sobre mi abuelo. Mi abuelo, un hombre bueno que no debió ser humillado y que debería recuperar el lugar que le corresponde en la historia de este país. Mientras su familia mantendremos la batalla por su hermoso recuerdo.

Consuelo Peláez Sanmartín -nieta-

[1]http://www.diariopalentino.es/noticia/Z0790A193-E37F-5AA3-CD75FEDF730BF8E1/20141101/cuerpo/alma/palentinos

 

 

 

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Sofía Polo, pacifista.

Este verano me ha traído varios regalos inesperados, y entre ellos un librito que mi amiga Guadalupe Gargallo me guardaba desde el año pasado.

El librito se titula “FETE-UGT. Educación y Valores”, y en él hay varios textos cortos de hombres y mujeres ilustres de la educación de la II República española: Giner, Cossío, Luzuriaga, … ¡Y mi abuela!. Sí, hay un texto breve de una intervención suya –la única que hemos encontrado hasta ahora- en la inauguración de las Escuelas de Huertas de Pombo en Palencia, el domingo 12 de noviembre de 1933, siendo ella cursillista.

Mi emoción ha sido enorme. Y la de mi madre, profunda.

Aquí dejo una fotografía que he tomado, en la que se ve la preciosa ilustración de Mauricio Maggiorini.

Consuelo Peláez Sanmartín -nieta-

 

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FUERA TELARAÑAS_ EL NIÑO EN EL JUEGO

Hoy se cumplen 80 años del asesinato y desaparición de mi abuelo, Arturo Sanmartín. Muy poco ha quedado de su trabajo en la enseñanza, pero sí hemos podido rescatar algunos Boletines de Educación de la Inspección de Palencia. El Decreto de 2 de diciembre de 1932 (Gaceta de Madrid núm. 342 de 7/12/1932) dispuso que la Junta de Inspectores debía publicar un Boletín mensual en cada provincia. Uno de los inspectores, elegido entre sus compañeros, debía ocuparse de este Boletín y en Palencia fue mi abuelo, como Inspector de Enseñanza Primaria.

Reproducimos el editorial del Boletín de Educación de Palencia, número 8, abril 1934.

“Conocer al niño es de una gran transcendencia pedagógica y más difícil de lo que parece a primera vista. De este desconocimiento de lo que es el niño en sí dimanan todos los defectos de la Escuela anterior. La personalidad del niño existe y hay que respetarla. Ya Rousseau se lamentaba de que los padres y educadores busquen al hombre en el niño, sin pensar en lo que es antes que hombre. García Morente dice a este respecto que la pedagogía debe hacer del niño un niño y Ortega y Gaset ordena y suplica que se respete el infantilismo.

Conocer a la infancia, su personalidad, sus derechos, constituye hoy una preocupación constante y son muchas las entidades encargadas de realizar estudios, investigaciones y experiencias encaminadas a tal fin. Este niño que se estudia y se busca para respetar su naturaleza, es el niño en común, es, en una palabra, la infancia. Pero al Maestro no le es suficiente con este conocimiento, necesita conocer

la individualidad de cada uno de sus alumnos, precisamente para respetar aún más la naturaleza infantil y educar a cada niño según lo exija su propia individualidad.

Entre los medios que están al alcance del Maestro para este fin, se encuentra en primer lugar, el juego; esa actividad espontánea que tiene el don de abrir de par en par la psicología del alumno ante los ojos de un Maestro investigador.

Para nuestro propósito no necesitaremos buscar el origen del juego estudiando las diferentes teorías propuestas al efecto, ni siquiera las clases de juego, ya que éstos son una consecuencia de la edad del niño y de las tendencias de la época. Nuestras investigaciones, las que nos han de descubrir y dar a conocer al niño, lo mismo podrán efectuarse en los juegos espontáneos que en los de carácter intelectual, imaginativos, ingeniosos etc. Lo imprescindible es que el juego se realice con actividad autónoma, no subordinada a fines didácticos como tiende a hacerse frecuentemente. El Maestro durante el juego aparecerá como mero espectador o bien como un camarada más, pero nunca dejará que se trasluzca su papel fiscalizador.

Más que con toda la serie de medidas antopométricas nos dirá el juego qué niños son débiles o enfermizos, cuál tiene alguna propensión a estados congestivos, alguna dificultad del aparato respiratorio, circulatorio etc. Los temperamentos se destacan también en el juego, principalmente cuando éste es un juego social. Pero el valor en estos aspectos es pálido al lado de lo que representa con relación a la parte psicológica. El juego es el espejo donde se retrata fielmente el alma del niño, es la película móvil que representa rápidamente todos los estados sucesivos del alma infantil del pequeño luchador. El Maestro irá viendo en rápido desfile el apuntamiento de rencores, envidias, intenciones funestas y a la vez impulsos generosos de amistad, de cariño, de abnegación en muchos casos. Todas las virtudes morales y todos los vicios, se manifiestan en el juego.”

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FUERA TELARAÑAS_LOS DESAPARECIDOS DEL FRANQUISMO

En septiembre de 2013, el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU visitó España y expresó que el constante sufrimiento de las familias de las víctimas era la prueba palpable de que la desaparición forzada era un delito permanente y una continua violación de los derechos humanos hasta que el paradero de la víctima se hubiera esclarecido.

Según los historiadores, antropólogos y asociaciones memorialistas, el número de víctimas de desapariciones forzadas en España, desde el verano de 1936 hasta diciembre de 1951, ascendería al menos a 114.000 personas.

Estos días estamos leyendo el relato de cómo muchos hombres y mujeres fueron apresados, asesinados y sus cuerpos abandonados en campos y caminos de toda España. Y entre ellos mis abuelos.

SOFIA POLO GIMÉNEZ.- El 13 de agosto la detuvieron en la colonia de El Monte (Palencia). A continuación la llevaron a su casa para que recogiera sus pertenencias y le dijeron que la iban a llevar con su marido a Burgos. A partir de ese momento, ya no se supo nada de ella.

El día 5 de marzo de 1937 “La Vanguardia” publicó en su página 8 la siguiente noticia:

La Vanguardia 5-3-1937

ARTURO SANMARTÍN SUÑER.- Estaba escondido en los sótanos del Colegio Modesto Lafuente (Palencia). Pudo haber escapado, pero al recibir la noticia de la muerte de su mujer decidió no oponer resistencia a su detención. Entonces fue paseado como un Ecce Homo, con burla y befa, por las calles de Palencia, y asesinado el día 8 de septiembre de 1936.

El Día de Palencia del 11 de septiembre de 1936, en la sección de “Servicio de Información de Falange Española y de las J.O.N.S”, publica con el título “Por los fueros de la verdad” lo siguiente:

dia palencia 11-09-1936

Su casa fue saqueada. Nunca se encontró su cadáver, ni el de su mujer. Nadie extendió sus partidas de defunción. Sus hijos, Arturo, Adolfo y Natalia, acogidos por la familia Sanmartín-Polo, sufrieron en sus vidas personales y profesionales la represión que la dictadura de Franco decretó para todos los españoles no afectos a su régimen.

Consuelo Peláez Sanmartín -nieta-

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FUERA TELARAÑAS_SOFÍA POLO GIMÉNEZ

Sofía Polo 192?-1936

Hoy se cumplen 80 años del asesinato y desaparición de mi abuela Sofía Polo. En su memoria reproducimos su intervención  en la inauguración de las escuelas de Huertas de Pombo, Palencia, el domingo 12 de noviembre de 1933. En esta escuelas debió realizar las prácticas siendo cursillista de magisterio. Todas sus notas, cuadernos, trabajos y fotografías  también han desaparecido.

“Nuestras enseñanzas han estado orientadas de tal forma que desarrollaran la actividad del niño.

El niño se manifiesta siempre activo, de no hallarse enfermo. Todas las madres saben el trabajo que cuesta hacer que sus hijos se estén quietos. Esta actividad debe aprovecharla la Maestra para realizar la labor escolar. La enseñanza hemos procurado hacerla sin memorismo, poniendo al niño frente a las cosas para que éstas le sugieran, ideas nuevas y le inciten a trabajar.

Hemos procurado dar al niño en la escuela aquella libertad compatible con la labor escolar. Libertad para hacer, para trabajar: no para dejar de hacer y que perturbe a los demás de la clase.

También hemos tratado de ser para los niños tanto amigos como Maestros. Las relaciones de camaradería entre Maestros y niños, permiten enterarse de sus ideas, de sus gustos, de sus deseos y también de sus defectos. Esto hace que pueda influirse mejor en ellos. En todo momento hemos sido sus compañeros, en el trabajo y en el juego.

Hay asignaturas en el Programa escolar que según cómo se orienten, forman su espíritu en un sentido o en· otro. Las enseñanzas y toda nuestra labor, han tenido carácter pacifista y moral. Tenemos la pretensión de haberles hecho comprender que todos los niños y todos los hombres tienen idénticas necesidades; que los de un barrio y los de otro, los de una provincia y otra provincia, los de una nación y otra nación son hermanos, forman parte del gran conjunto de la Humanidad.

De este modo hemos influido para que cada día fuesen mejores, y sin hablarles de dogmas religiosos, pusieran en práctica la máxima del Evangelio. Lo que no quieras para tí, no lo desees para otro.

Hay otras actividades que no están dentro del Programa escolar; pero que también ha de desarrollar la Escuela. Una de éstas es la Asociación infantil. Los niños sienten necesidad de jugar, de hacer excursiones, de leer libros de cuentos. No podrían lograrlo aisladamente. Nosotros les hemos hecho ver cómo juntando sus pequeños ahorros llegarían a tener todas estas cosas. Esto ha dado lugar a que niños y niñas crearan juntos la “Asociación Infantil de Huertas de Pombo”.

Un donativo entregado a dicha Asociación por el señor Alcalde de Palencia, contribuyó poderosamente a que algunos de los fines de la Asociación se viesen satisfechos inmediatamente. Hoy cuenta ya con un balón, una pelota, una pelota, una cuerda para saltar y otros objetos de juego. Además, un lote de libros de cuentos y aventuras que pueden ser el germen de una biblioteca escolar.

Todo lo dicho se refiere a la labor realizada con los niños. Pero, hay otra labor que está por realizar y que se refiere a las Autoridades y a los padres: consiste en la organización de un Comedor y de un ropero escolar. Para llevar esto a cabo es preciso que los padres se agrupen en torno de la escuela, prestándole su entusiasta colaboración, y que las Autoridades en general contribuyan a realizar esta idea.”

Boletín de Educación de Palencia núm. 3, Noviembre de 1933

Consuelo Peláez Sanmartín -nieta-

 

 

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HOY HACE SETENTA Y NUEVE AÑOS

Arturo Sanmartín Suñer fue detenido el 8 de septiembre de 1936, a las 11,30h. de la mañana por la policía en Palencia en el número 6 de la calle Rizarzuela. “Uno de los principales dirigentes del marxismo en nuestra capital y provincia” –Diario Palentino dixit.

Dice la noticia que fue conducido a los calabozos de la Comisaría de Vigilancia, y a la una y cuarto de la tarde, en un camión abierto, a la Cárcel Modelo. “A su paso por la calle Mayor principal, numerosísimo público estacionado en las aceras y desde los balcones, prorrumpió en clamorosos vivas a España y gritos de ¡abajo los traidores!”, sigue diciendo el mismo Diario Palentino.

Mi abuelo nunca llegó a la cárcel.

El régimen fascista, instalado desde el primer momento de la sublevación en la violencia y el exterminio, no tuvo bastante con asesinar y hacer desaparecer su cuerpo. Mantuvo un comportamiento ignominioso, teatralizando su asesinato y desaparición, como en una pantomima. La canallada no puede ser mayor:

  • En octubre de 1936, a propuesta del Rectorado de Valladolid, la Junta de Defensa Nacional lo suspendió de empleo y sueldo.
  • En agosto de 1941, se resolvió el expediente que le fue incoado por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de Palencia. Y lo sancionaron con 50.000 ptas.
  • En febrero de 1944, se sobreseyó el expediente: “habiendo recobrado la libre disposición de todos sus bienes”.

Y lo más impresionante: el 31 de julio de 1959, cuatro meses antes de mi nacimiento, la revista Escuela Española publicó la relación del escalafón del magisterio. ¡Y ahí estaba mi abuelo! Arturo Sanmartín Suñer, sin número general ni de categoría.

ENTONCES YA SE HABÍAN CUMPLIDO 23 AÑOS DE SU MUERTE.

Consuelo Peláez Sanmartín –nieta-

Revista Escuela Española

 

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OTRO 18 DE JULIO

Hace unos meses el archivero de la Fundación Sierra Pambley, Javier González Cachafeiro, me hizo llegar 40 cartas de mi abuelo que desconocía. Han tenido que pasar 80 años desde su muerte para que pudiera tener un primer documento manuscrito.

Mi madre, su hija, ha cumplido 84 años ¿Se imaginan? Toda su vida sin haber podido disfrutar de una simple cuartilla con unas letras de su padre y, por supuesto, de ninguna de su madre.

La dictadura que sufrimos durante 40 años en este país pretendió destruir no sólo los cuerpos de los hombres y mujeres que trabajaron para que la II República fuera posible. Sino que pretendió destruir, y casi lo consiguió, la memoria y el trabajo de esos hombres y mujeres: maestros, labradores, abogados, panaderos, médicos, albañiles que quisieron una España más próspera, más culta y más justa para todos los ciudadanos.

Este 18 de Julio va a ser un día distinto para mí, no sólo porque, por fin, he podido ver algunas cartas de mi abuelo, sino porque he descubierto una coincidencia terrible: el 18 de Julio de 1926 mis abuelos, Arturo y Sofía, unieron sus vidas para siempre, hasta que la muerte los separó diez años después. Sus muertes sucedieron en el verano de 1936, después de otro infausto 18 de julio.

Mi abuelo, en una carta que le envió a D. Manuel B. Cossío, el 8 de agosto de 1926, desde Calatayud le decía:

A mi llegada a Madrid le visitaré a V. para saludarle y para recibir cuantas indicaciones tenga a bien hacerme, y al mismo tiempo para presentarle a la mujer compañera de mi vida, a la cual estoy unido ya desde el 18 del pasado julio. Le estrecha la mano,

 Carta a Cossío 1926 Calatayud

Consuelo Peláez Sanmartín -nieta-

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Sofía Polo: maestra pacifista, sin dogmas religiosos

  • ¿Estuvo relacionada su desaparición con la persecución de los masones?

En otoño de 1933, Sofía Polo, maestra de una escuela de la Sociedad de Amigos del Progreso, había comenzado a preparar las oposiciones de Magisterio en Madrid, justo en el momento en que tuvo que trasladarse a Palencia con toda su familia, porque su marido, Arturo Sanmartín, había sido nombrado Inspector de Enseñanza Primaria en la capital palentina

Allí continuó con una preparación que la llevó a obtener el número dos en las primeras oposiciones que se convocaron. Este dato, con otros de su biografía, nos confirma que Sofía era una mujer brillante, con criterio propio; que Sofía siempre acompañó a su marido, pero nunca vivió a su sombra.

Esta mujer inteligente, que dedicó toda su vida profesional a la enseñanza, destacó por su especial entrega a los hijos de los trabajadores durante su estancia en una escuela de la Sociedad de Amigos del Progreso, en el barrio de Tetuán de Madrid.

La Sociedad de Amigos del Progreso estaba vinculada y financiada por algunas Logias Masónicas de Madrid, entre otras por la Logia Ibérica, como podemos saber a través del Boletín del Grande Oriente Español núm. 177 de 28 de enero de 1907.

Estas escuelas laicas promovían el librepensamiento, el humanismo y el amor a la naturaleza, bajo los principios masónicos de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”.

Así pues, podemos afirmar que Sofía, cuando comenzó a preparar las oposiciones, estaba relacionada con la masonería. Y podemos suponer que esta relación se prolongó en Palencia. Si así fuera, esto nos ayudaría a entender mejor su intervención en un acto de las Escuelas de las Huertas del Pombo (Palencia) que tuvo lugar en noviembre de 1933, al poco tiempo de llegar con su familia. En sus palabras, recogidas en el Boletín de Educación de la provincia de Palencia, además de los principios masónicos, resuenan los postulados pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza

Tenemos la pretensión de haberles hecho comprender que todos los niños y todos los hombres tienen idénticas necesidades; que los de un barrio y los del otro, los de una provincia y otra provincia, los de una nación y otra nación son hermanos, forman parte del gran conjunto de la Humanidad.

Estas afirmaciones debieron ser una de “sus malas conductas” de que fue acusada y que llevaron a unos desalmados a acabar con su vida

Hoy todavía nos seguimos preguntamos si su visión humanista y su pasión por una educación libre, sin adoctrinamientos religiosos, pudo ser la causa de su brutal asesinato y de su desaparición.

Sofía Polo en las escuelas de Huertas del Pombo (Palencia) 1933

Sofía Polo en las escuelas de Huertas del Pombo (Palencia) 1933

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Arturo, un joven brillante y revolucionario (1913-1929)

En la escuela de Calaceite con sus alumnos 1919

En la escuela de Calaceite con sus alumnos 1919 (segunda fila, cuarto por la derecha)

Arturo, un joven brillante y revolucionario (1913-1929)

Arturo empezó sus estudios de Magisterio en 1913, a los 15 años, en la Escuela Normal Superior de Maestros de Barcelona. Ese año ya obtuvo la calificación de sobresaliente en las prácticas del Grado Elemental. Cursó tres años completos en Barcelona y terminó el cuarto curso en Zaragoza.

En 1917, a los 19 años, acabada la carrera, sustituyó a su padre en la escuela de Calaceite, y al año siguiente aprobó las oposiciones.

De 1918 a 1925 trabajó como maestro en Calatayud, donde ingresó en la Asociación de Maestros de Calatayud (La Libertad, 17 de diciembre de 1920). Durante su estancia en Calatayud publicó varios artículos en El Socialista. Destacan los que trataban sobre la libertad pedagógica, los grupos de estudio y la inspección escolar. Fueron años de intensa actividad. También dirigió un Centro Instructivo para personas mayores y trabajadores que, al parecer, había comenzado a funcionar en 1922. Este Centro, acusado de dedicarse a la propaganda comunista, se cerró por orden gubernativa en la primavera de 1925. Como consecuencia Arturo fue detenido y encarcelado. El hecho fue recogido por la prensa de todo el país: Heraldo de Zamora, El Siglo Futuro[1], El Diario Palentino y La Libertad[2], según tenemos noticias.

El 1 de julio de 1925, en La Revista Blanca[3] aparecía un artículo titulado “Suscripción Internacional a favor de los presos por cuestiones sociales”. Y uno de los presos que recibió apoyo en Calatayud fue Arturo: 2 pesetas.

De este tiempo de cárcel son sus escritos, publicados en El Socialista, Entre rejas. Maylán y Petrom”, (5/10/1925) y “Conversaciones” (2/11/1925).[4]

La prensa de la época recogía las manifestaciones del Gobernador civil en las que aseguraba que las responsabilidades serían depuradas y el castigo inexorable. Pero las pruebas, los testimonios y el alegato del propio Arturo propiciaron que en 1926 se cerrara el expediente con una amonestación privada.

Suponemos que durante su estancia en Calatayud conoció a Sofía Polo Giménez, la que sería su compañera y la madre de sus tres hijos.

Ese mismo año de 1926 Arturo pidió la excedencia y, gracias a la amistad que le unía con Manuel Bartolomé Cossío, él y su mujer encontraron trabajo en las escuelas de la “Fundación Sierra Pambley” (Villablino, León), regida por la Institución Libre de Enseñanza (ILE), donde permaneció la familia hasta 1929. Estando en Villablino aprobó el ingreso para la Escuela Superior de Magisterio de Madrid. Fue rehabilitado y en 1928 reingresó en la escuela de San Esteban, en Guadalajara, en la que estuvo poco tiempo porque en abril de 1929 le concedieron un permiso de tres meses, sin sueldo para asuntos propios, por el nacimiento de su segundo hijo, Adolfo, que nació el 21 de marzo de 1929. Helios-Arturo también había nacido en Villablino el 15 de noviembre de 1927.

En el curso 1929/1930 estuvo en Zaragoza, destinado a las escuelas del barrio del Castillo, en las Delicias, en la misma escuela a la que también fue destinada la maestra Pilar Salvo Giménez[5]. Pero en septiembre de 1929, cuando aprobó el ingreso para la Sección de Letras de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio en Madrid, le concedieron permiso para cursar dichos estudios. Durante este tiempo su mujer y los dos niños permanecieron en Villablino en donde Sofía trabajaba de maestra.

 

[1] Periódico de Madrid defensor del carlismo.

[2] Periódico de Madrid de carácter progresista

[3] Publicación anarquista, crítica con la CNT, editada en Barcelona de 1923 a 1935.

[4] Revista XIX y Veinte nº 8, Verano-Otoño 2013

[5] Activa militante de la FETE-UGT, Presidenta de la Asociación Pro Infancia Obrera y militante del Partido Radical Socialista. En abril de 1936 era directora de las escuelas zaragozanas al aire libre Gimeno Rodrigo y creó una biblioteca escolar en el populoso barrio de las Delicias. Esta maestra, brillante oradora, articulista y política, luchadora en defensa del laicismo en la escuela, de los derechos de la mujer y de la necesidad de consolidar las bibliotecas escolares, fue fusilada el 22 de agosto de 1936.

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Setenta y ocho años, y seguimos sin saber nada

Sofía con Adolfo, Villablino (León) 1929

Sofía con Adolfo, Villablino (León) 1929

En 1936, en un día como hoy, fue asesinada y desaparecida mi madre Sofía Polo Giménez, durante el periodo del “terror caliente”, como denomina el profesor Julián Casanova Ruiz a los primeros momentos del alzamiento franquista.
Su muerte violenta y su desaparición, un dolor permanente en nuestro corazón.
El ensañamiento que sus asesinos emplearon contra su cuerpo nos da idea de cómo debía ser aquella mujer en la Palencia de los años 30: maestra republicana, militante de la FETE, defensora de la enseñanza pública y laica, trabajadora incansable para mejorar la educación de los niños y de las niñas, y las condiciones de trabajo de los maestros.
Su vida fue la enseñanza y a causa de ella se la quitaron.
No te olvidaremos.
Tu hija: Natalia Sanmartín Polo
Tu nieta: Consuelo Peláez Sanmartín

Sofía Polo Giménez

Sofía

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